El perro majorero se postula como guía para los invidentes

La capacidad que tiene el perro majorero o bardino para aprender rápido sin necesidad de un constante refuerzo en el aprendizaje es una de las bazas que tiene para optar a convertirse en perro guía para personas invidentes. Aunque la iniciativa no es nueva, este mes el Cabildo y la ONCE concretarán decisiones al respecto.

Quitarse el sombrero y girarlo hacia un lugar concreto era suficiente para que los ganaderos indicarán a su perro majorero hacia dónde dirigir el rebaño. Como perro pastor es una parte fundamental de la historia del pastoreo en la Isla. Ahora podría convertirse en perro guía para personas ciegas.

La propuesta del Club Nacional del Perro Majorero se remonta a casi cinco años. El Cabildo ha retomado la idea y este mes tiene previsto, a través de la Consejería de Servicios Sociales, intercambiar impresiones con representantes de la Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE).

Para el club, el perro «está preparado» para este cometido porque tiene capacidad para adaptarse a nuevas situaciones y aprende de forma rápida, según ha demostrado la amplia convivencia con el animal. También está comprobado que es constante y no necesita demasiados refuerzos en su aprendizaje.

La promoción y difusión del perro majorero, también conocido como bardino, es el objetivo del Club Nacional del Perro Majorero, que se estableció en Fuerteventura en 1994. Reconoce que frente a la «dejación» de años atrás, el perro está recuperando el valor que merece a través de su promoción en la Feria Agrícola, Ganadera y Pesquera (Feaga) y los concursos. La expectativa se centra ahora en que le den la oportunidad para ser perro-guía para ciegos.

En quince años ha duplicado su población.

En 600 perros majoreros cifra el club la cantidad de ejemplares que existe en la Isla. Es una raza autóctona que afortunadamente ha crecido en los últimos quince años hasta duplicarse en la actualidad, según estima el colectivo que lo representa. «Cada vez hay más conciencia de su importancia y los criadores siguen una serie de parámetros a la hora de cruzarlos que garantiza la supervivencia».

Es una raza autóctona de Fuerteventura con un origen aún incierto aunque con varias teorías sobre su procedencia. Desde que es prehispánica hasta que llegó con los conquistadores, explican los representantes de su club en la Isla. Lo cierto es que desde tiempos remotos el perro majorero aparece vinculado al pastoreo desempeñando la labor de pastor de ganado. Los gestos con el sombrero en mano señalando bastaban para que el animal respondiera a su función. También es característico que adopte el papel de guarda y vigilante. «Al salir de casa siempre se pone en lo más alto como si se situara en una garita para poder divisar y vigilar a lo lejos». Hace tres años aproximadamente una asociación de protección civil optó por adiestrar a un perro majorero para labores de rescate y emergencia con un resultado muy satisfactorio.

Seguro y atento.

El perro majorero se caracteriza por estar siempre atento a todo lo que sucede a su alrededor. Además, permanece siempre equilibradamente activo y su talante es de absoluta seguridad. Destaca por ser afectuoso con sus propietarios. En la piel presenta tres capas: bardina, gris y negra con patas bardinas. Las tres superficies con frecuencia tienen manchas blancas en las extremidades (que se denominan calzados), y desde el labio inferior hasta el pecho y hasta el vientre.

Canarias 7, 06/02/2008