Cien vecinos luchan por rescatar un perro pese a que el juez no lo autoriza

Un centenar de vecinos de un edificio de la calle Duque de Calabria del barrio de Russafa se concentró ayer sobre las 21 horas en la puerta del inmueble en protesta por las molestias que un perro provoca desde hace mes y medio y exigieron la retirada del animal por considerar que está siendo maltratado.

«Llevamos tiempo viendo como el animal sufre en un espacio reducido como es la galería de una de las viviendas que da a un patio interior. El perro, de la raza boxeer, está siempre en el balcón y tiene un cubo verde o azul. Lo han puesto los vecinos y lo rellenan de comida como pueden» , comentaron varios.

Las protestas subieron de tono en la tarde de ayer porque conocieron que el juzgado denegó al Ayuntamiento de Valencia la concesión de una orden judicial para acceder al interior de la vivienda y llevarse el animal a las dependencias del Centro de Adopción Municipal de Animales. Una funcionaría había hecho un informe favorable a la retirada del perro por las condiciones en que vivía. Un responsable municipal manifestó desconocer los motivos de la negativa del juez pero han empezado la vía contencioso-administrativa pero será más lenta. Varios efectivos de la Policía Local acudieron a la vivien da pero no les dejaron acceder al interior. Por la tarde, el dueño apareció e introdujo a su mascota en el interior de la vivienda.

Los vecinos de la residencia contigua son quienes, en ocasiones, se encargan de entretenerlo y quienes más padecen las molestias del animal que pasa numerosas jornadas sólo en ese espacio reducido. «No creo que un animal se merezca un trato como ese. Su dueño debería tomar alguna decisión pero no dejarlo ahí» , comentaron otros vecinos. En la galería el can realiza las defecaciones y los orines causando malos olores en la zona del patio interior que han ido en aumento en estos últimos días que se han registrado un aumento de las temperaturas.

Los vecinos protagonizaron el pasado jueves la primera de las protestas públicas con una cacerolada y ayer hicieron la segunda con la concentración. El dueño del animal pasa días fuera del domicilio sin ayudar para nada al animal. Los gemidos del perro no dejan dormir durante las noches a muchas personas.

Levante, 02/06/2007