A juicio por tratar a patadas al perro

Fue denunciado por dos vecinas que veían el maltrato al que sometía al animal La Fiscalía solicitó que fuese condenado a pagar una multa de 720 euros

Tratar al perro a patadas puede costar caro. A un vecino de Granada, exactamente le puede salir por unos 720 euros. Ésta es la multa que la Fiscalía de Granada ha solicitado que se le sea impuesta tras ser sometido a juicio por el maltrato al que sometía a uno de los perros que tiene en casa. Unas vecinas, indignadas por su actitud, denunciaron el caso hasta que el autor ha sido procesado.

No es habitual que situaciones de maltrato a animales como la descrita lleguen a juicio. Es más, a falta de estadística judicial, la memoria de los juristas consultados por IDEAL apunta a que puede ser uno de los primeros juicios rápidos de falta que registra la capital granadina por su supuesto así. El caso, que tendrá una sentencia la próxima semana, se vio ayer en un juicio que, cuanto menos, resultó insólito.

La dos mujeres que denunciaron al vecino relataron ante el juez de Instrucción número 4 de Granada las tropelías que el procesado cometía con uno de sus perros. «Lo vimos una vez que le dio una paliza a patadas y lo cogía del hocico como si lo fuese a asfixiar. Y en presencia de mi hijo pequeño de cinco años», apuntó la mujer con gesto compungido. Además de las patadas, que presencian todos porque la vivienda tiene un patio interior, relataron otro tipo de gestos nada cariñosos con otro perro como dejarlo durante días entre la reja de la casa y la ventana cerrada, en un espacio de unos cinco centímetros de ancho. Muchos vecinos lo habían visto, pero estas dos mujeres, Carmen Torres y Ana García, se decidieron a denunciarlo y «llegar hasta el final porque es indignante». Cuando llegó el turno del denunciado, el tono del juicio se volvió delirante. Antes de comenzar a hablar, quiso presentar un parte de Salud para justificar un supuesto problema mental, pero sin diagnóstico. Cuando el juez le preguntó qué tipo de enfermedad padecía, después de varios intentos, dijo que un tipo de esquizofrenia residual.

Tras ello, intentó defenderse diciendo que no hay ninguna ley que le prohíba pegarle a su perro patadas. Es decir, que no negó en ningún momento que tratase así a su perro. «Al perro no le afecta ni le preocupa que le de una patada. Es un animal», dijo encogiéndose de hombros al tiempo que explicaba que no era el dueño del perro, que se lo había dejado otra persona. Eso sí, reconoció que era el responsable de cuidarlo, llevarlo al veterinario y darle de comer. De microchip, ni hablaron. Después de tal declaración, despotricó de las vecinas con una sarta de incongruencias. Tales, que el juez le pidió por favor que se callara.

Encajar esta situación de maltrato doméstico animal, en el tipo penal existente no resulta fácil. Pero la interpretación del artículo destacada por la fiscal en el juicio sí puede condenar este tipo de conductas. Por ello, solicitó que le fuese impuesta una multa de 12 euros durante 60 días. Además, se contemplará la medida de quitarle el animal y devolverlo a su dueño. Pero queda por ponerlo por escrito en una sentencia, que se espera sea notificada el próximo lunes.

Ideal, 30/05/2007