El rescate de Potxolo

DOMINGO OLLAQUINDIA GARCIA (TORRELAVEGA):

Quiero expresar con esta nota mi enorme agradecimiento a un grupo de personas excepcionales, que con su gran corazón, valentía, esfuerzo y jugándose la vida consiguieron salvar a mi perro de una agonía y muerte seguras.

El viernes 25-05-07 caminaba con mi perro por la Ruta del Cares entre las provincias de Asturias y Castilla León. Unos niños asustaron al perro, que cayó por un acantilado de unos noventa metros de profundidad sobre el río Cares. Ante la imposibilidad de bajar al lugar a donde había caído dada la inaccesibilidad del mismo, volví llorando sobre mis pasos con la certeza de que Potxolo (mi perro) estaba muerto.

Cuando llegué a Poncebos contacté con el 112 que me puso al habla con Juan Manuel Fernández Campa, presidente de LA UNIDAD CANINA DE RESCATE del Principado de Asturias, que inmediatamente puso a su equipo a mi disposición a pesar de la lejanía (más de dos horas de viaje) y de que el lugar solo es accesible caminando. Cuando llegaron al inicio de la ruta y aunque estaba anocheciendo, cargaron con todo el material y tras una hora caminando llegamos al lugar por donde cayó Potxolo, al que creímos escuchar ladrar. Colocaron en la roca los anclajes necesarios para poder acceder al lugar por medio de cuerdas. A la una de la madrugada (más o menos) se decidió que lo mejor era bajar cuando amaneciera. Volvimos a los coches donde apenas se durmieron un par de horas, para volver de nuevo sobre las seis de la mañana y lloviendo a caminar de nuevo al lugar.

Arriesgando su vida por Potxolo, que ni tan siquiera sabíamos si estaría vivo, bajó primero Miguel, que tras unos metros de descenso nos comunicó por radio que el perro estaba bien, milagrosamente intacto en una repisa de unos centímetros. Después bajó Juan, que subió enseguida para coordinar la subida de Miguel con Potxolo metido en una mochila a los que izaron Juan, Jesús, David y Pablo.

Nunca estaré lo suficientemente agradecido a los ya nombrados junto con Angela, Alipio y su novia. A todo este grupo HUMANO que me hizo sentir muy arropado en momentos duros para mí y que independientemente de que salvaran al perro, solo con jugarse la vida, no dormir, viajar tantos kilómetros dedicar su tiempo demostraron la calidad humana que poseen.

Gracias, gracias y un millón de gracias a LA UNIDAD CANINA DE RESCATE del Principado de Asturias.

El Diario Montañés, 29/05/2007