Consejos ante la pérdida de un perro

Para ayudar en lo posible la localización de animales perdidos hay algunos consejos prácticos. Lo primero es notificarlo al registro de animales de compañía del Colegio de Veterinarios, para que figure que está perdido junto con sus datos del microchip. También se debe avisar a la Policia Local, sobre todo si hay sospechas de que lo hayan robado. Los centros de acogida de animales también deben ser avisados: la perrera municipal de la ciudad y de las ciudades limítrofes, y protectoras de animales. Se debe cubrir un radio de unos 50 kilómetros.

La prensa, si es posible, es otra baza importante, sobre todo radio, como las emisoras locales, que suelen ser muy colaboradoras en estos casos, y revistas locales y de barrio, periódicos y televisiones de la zona. Los datos que se deben facilitar son: sexo, raza, edad, peso, color, collar y/o correa, marcas específicas. Es bueno reservarse algún dato por si alguien llama, para detectar falsas llamadas, aprovechados y estafadores.

Hay que recorrer el vecindario a pie o en vehículo despacio, varias veces, llamando por su nombre al animal. Puede estar escondido por miedo, por lo que la noche es buen momento para llamarlo porque hay menos ruido en las calles. Se debe preguntar por él a los vecinos, pero sobre todo a los carteros, repartidores, serenos, barrenderos. Lo mejor, dejarles una foto con un número de teléfono de contacto.

Los carteles con su foto son muy útiles. No se deben cargar con demasiado texto: lo más importante es su nombre y el teléfono, y es lo que debe resaltar más. Una foto pequeña con cincuenta y seis líneas de texto no hace que nadie se pare a leerlo, de lejos parece una venta de piso o una oferta de albañilería. Divide el espacio del cartel: 50 por ciento para la foto (es el reclamo para acercarse a leer); 30 por ciento para los datos importantes (incluido el teléfono) y 20 por ciento para otros datos que se puedan añadir, siempre en letra más pequeña que lo anterior. Los mejores sitios para colocarlos son: estancos, panaderías, clínicas veterinarias o semáforos.

También se pueden utilizar las páginas de Internet dedicadas a los anuncios de animales perdidos, y dejar siempre un teléfono de contacto, no sólo un mail.

Es importante no perder la esperanza.

La Nueva España, 21/04/2007