Por sólo 50 euros al año se puede apadrinar un perro

Lupo ingresó en el refugio de animales hace ya más de un año. De momento, este perro mestizo de unos quince kilos de peso no ha encontrado dueño, pero a pesar de todo se puede considerar afortunado, ya que es el primer animal de Bando que ha sido apadrinado.

Y es que en el refugio se han puesto manos a la obra para intentar que sus habitantes vivan un poquito mejor. Así lo contó ayer la directora de la instalación, Paloma Aguirre, en el programa Preguntoiro, de Correo Televisión. "Creemos que es una fórmula que va a permitir a muchísima gente a la que le gustan los animales, y que no puede tenerlos en casa, echarles una mano sufragando sus gastos de mantenimiento".

Paloma explicó que apadrinar un perro o un gato de Bando cuesta cincuenta euros al año, y que además, se puede hacer entre varias personas. "Los apadrinamientos van a ayudar, sobre todo, a animales que tienen más dificultades para salir: los mayores, o que tienen algún defecto físico. Además, se puede reunir un grupo de gente, por ejemplo una clase o un colegio, y pueden apadrinar entre todos un perrito". La responsable de esta instalación explicó que, en caso de que el animal sea adoptado o fallezca, sus padrinos serán informados y se les ofrecerá otro perro o minino en su lugar.

Paloma también recordó que los padrinos pueden visitar a sus ahijados los fines de semana. "Los fines de semana pueden venir a pasearlos por los alrededores del refugio. Estaría muy bien traerle juguetes o golosinas".

La historia de "supercan"

La directora del refugio relató la historia de una perrita, Luna, que fue abandonada por su dueño por no ladrar, y que tras ser atropellada se quedó inválida. Sus ganas de vivir le valieron el apodo de supercan. "Luna, parece supercan. Llegó al centro atropellada, pero tenía muchísimas ganas de vivir, a pesar de que no podía mover el tercio posterior, porque sufrió una fractura de columna".

A Luna le hicieron un carrito en el refugio y desde entonces va motorizada a todas partes. "La ha acogido una de las voluntarias del centro y ahora va motorizada a todas partes, y hace unos derrapes que yo creo que hasta le ganaría a Fernando Alonso. No te puedes imaginar la alegría que tiene. Le encanta jugar con otros perros, ir a la playa..."

Aguirre también insistió en que, aunque la mayoría de la gente suele preferir un cachorro para adoptar, es preferible llevarse un can mayor. "La gente piensa que un perro adulto los va a atacar, pero los animales que lo han pasado mal son los más agradecidos. Valoran el buen trato, eso no lo quieren perder, enseguida aprenden porque quieren ver a su dueño contento".

EL Correo Gallego, 07/02/2007