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domingo, 20 de enero de 2008

Un joven denuncia a la Protectora de Animales por exigirle el pago de 30 para adoptar un cachorro

Dice que le ofrecieron un contrato de 120 por los servicios veterinarios y recuerda que es una entidad subvencionada

Indignado. Decepcionado y sin perro. Así se quedó Pablo Perelló, tras su visita a la Protectora Municipal e Animales y Plantas. La exigencia de un pago mínimo de 30 euros impidieron, tras una acalorada discusión que Perelló adoptara el cachorro de perro que había elegido para llevárselo a su casa nueva.

Ocurrió el pasado jueves cuando Pablo y su novia, que acaban de estrenar casas, decidieron adoptar un perro. No era la primera vez. Hace seis meses adoptó un cachorrito. "Pero estaba enfermo y murió al poco tiempo". Entonces, según relata Perelló, "me pidieron la voluntad. Llevaba 20 euros y es lo que di". Cuando el perrito murió su hermano volvió a por otro. "Entonces sólo llevaba tres euros y es lo que dejó de donativo". No hubo ningún problema. Le dieron otro perro.

Pero las dificultades surgieron el jueves. Cuando Pablo y su novia volvieron a la Protectora. Habían elegido un precioso cachorro mezclado con cocker. "Dijimos qué perro queríamos y lo sacaron para que nos lo lleváramos. Pero entonces la chica que me atendió me apunta que el donativo tiene que ser, al menos 30 euros".

Esta exigencia de una cantidad mínima indigna a Pablo. "Digo que es una entidad subvencionada y que no me parece bien que me pidan dinero y mucho menos una cantidad fija por llevarme un perro, cuando les estoy haciendo un favor porque voy a dar al animal una vida mejor".

Además de los 30 euros la empleada de la Protectora le ofrece la posibilidad de suscribir un contrato por futuros servicios de veterinaria, en caso de que no tenga un veterinario o no conozca ninguno, por un importe global de 120 euros. "Fue el colmo -asegura-, pero dije que no me interesaba".

Este contrato es una posibilidad que se ofrece a todas las personas -según explica el presidente y responsable de la Protectora, Raúl Mérida- cuando se deciden adoptar un animal, por si no conocen a ningún veterinario. Pero no se paga aquí ni nada, no es para nosotros, es un servicio más pero que quizá no fue bien explicado".

"Dije que no me interesaba -continúa Pablo Perelló- y la chica se enfadó y pidió a otro que metiera el perro dentro que éstos no se lo llevan", asegura que dijo. Pablo continúa explicando que había otra pareja "que también discutieron con ellos". Pablo y su novia abandonaron la Protectora indignados y sin cachorro.

"Si quieren que paguemos por llevarnos a los perros, pues que pongan un cartel -explica indignado aún- pero que no digan que es la voluntad, su voluntad. Además, si hay que pagar, pues que nos den un recibo, los papeles del perro, o una factura, porque así -añade- debe ser ilegal. Además, que es una entidad que está subvencionada por el Ayuntamiento.

La supuesta confusión de la otra pareja, residente en Elche, y Pablo y su novio es el origen del problema, según declaró el responsable de la Protectora, Raúl Mérida, que explicó que las personas que residen en Elche y se llevan un animal de la Protectora de Alicante deben, por ley, pagar una tasa que son los 30 euros que por error se le pidieron a Pablo y a su novia.

Sin embargo estas explicaciones no convencieron a Perelló, que mantiene que en todo caso el trato que recibió no fue ni el más correcto ni el más apropiado. Además, dijo aún indignado "yo dije que era de Alicante, así que no creo que lo de la confusión con los de Elche fuera el motivo del problema", dice poco convencido con las explicaciones. Aunque agradece que haya sido un mal entendido, aún no se le ha pasado "el mal sabor de boca" por lo que dice que "no volveré a por el perro". Aunque el disgusto no le ha hecho desistir de su idea de adoptar uno. "Al día siguiente de volver a la protectora -añade- estuve mirando por internet. También hay gente que regala perros porque no los puede atender o por lo que sea, así que me he comprometido ya con los dueños de un cachorro. Voy a quedármelo", adelanta satisfecho.

Las Provincias, 20/01/2007

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