Los expertos confirman que el cachorro arrollado en Cardeo (Asturias) era perro y no lobo

Localizado un can vivo en un contenedor del barrio de San Francisco, en Turón

El responsable de la Protectora de Animales de Mieres, Gustavo Lorenzo, confirmó ayer que el animal que fue atropellado la madrugada del sábado en la zona de Cardeo es un perro, y no un lobo como en un principio se había asegurado. Los veterinarios de la Consejería de Medio Ambiente sometieron ayer al animal a varias pruebas para determinar si se trataba de un lobezno, ya que, según destacó Lorenzo, «estos animales cuando son tan pequeños tienen un gran parecido con los perros». El cachorro es un cruce de husky siberiano.

El atropello se produjo el pasado sábado, minutos antes de las dos de la madrugada, cuando varios jóvenes regresaban en su vehículo a Mieres desde Morcín por la carretera a Oviedo. El conductor del vehículo, Jorge Areces, explicó que «nos pareció ver a un perro en la calzada y conseguí esquivarlo, pero tras unos metros sentí un fuerte golpe y paré el coche para comprobar qué había sucedido; habíamos atropellado a otro animal». Prosigue: «Lo vimos sobre la calzada y a primera vista nos pareció que se trataba de un perro, pero uno de los vecinos de Cardeo nos confirmó que se trataba de un lobo».

El animal, que resultó herido en sus patas traseras a causa del atropello, permanecerá los próximos días en las instalaciones de la perrera de Mieres. La guardería de Medio Rural abatió el pasado viernes a un lobo hembra en el barrio de San Víctor, en Lloreo. Fuentes del Gobierno regional indicaron también que el pasado lunes se disparó a un ejemplar adulto de lobo, aunque indicaron que «no hay constancia de su muerte». La guardería intensificará a lo largo de los próximos días los controles sobre la zona para tratar de acabar con los cánidos.

Por otra parte, un perro apareció hace unos días abandonado dentro de un saco en un contenedor de basuras en el barrio de San Francisco, en Turón. Uno de los vecinos de la zona localizó al animal y fue el encargado de alertar a la Protectora de Animales. El responsable del servicio, Gustavo Lorenzo, aseguró que se trata de un «cruce de la raza setter inglés, de cinco meses de edad». Y confirmó que no hay ninguna pista de quién puede ser el propietario del cánido, que permanece en la perrera de Mieres. Lorenzo pidió la colaboración de los vecinos de la zona para tratar de descubrir al dueño del animal. Recientemente un vecino de Mieres fue sancionado a pagar 200 euros de multa por el abandono de un animal en el interior de un contenedor junto a la iglesia de San Juan durante el pasado mes de agosto.

La Nueva España, 26/06/2007